viernes, 30 de julio de 2010

Mal augurio.-


Y me acuerdo de vos cada dos noches pares por medio
Tratando de dosificar cualquier buen momento
Y llegan las mañanas impares con Sol algunas, con paraguas otras
Contigo ninguna
Y el café avinagrado por tanta azúcar, me devuelve:
Una cara rota, una boca sucia, una sonrisa incompleta
Y salir casi arrastrándome por el suelo ya no me divierte
Pero me duele casi lo mismo
Y hay días que me tiro en cualquier plaza panza arriba, esperando
Despertar mas cerca de casa, pero las plazas no saben viajar
Y tengo malos augurios de cualquier pasado cercano
Que me quiera pasar a visitar.-

jueves, 29 de julio de 2010

Sus manos, mi mundo.-


Son más que dos manos sus manos.
Entre medio de ese paréntesis, es que logro resistir esta noche.
Allí todo se vuelve suave, frágil, mágico.
Yo, que no entiendo todavía cual es mi intención
O si esta vida durara para siempre
A veces prefiero no esperar ni un minuto más antes de irme de aquí
Y por eso es que algunos días me levanto así
Con la firme certeza del que sabe donde ir
Pero sin el valor ni siquiera de salir a buscar el pan!!
Y es así que me quedo una noche más, al resguardo de sus manos,
Gozando de su cuerpo entero.-

martes, 27 de julio de 2010

Hola.-



Y es tan bueno y simple volver a creer, que siento la leve sospecha de que lo bueno esta por venir.
Viene caminando calle abajo, las manos en los bolsillos, la boca escondida bajo la bufanda, los ojos brillantes grandes como nunca; viene a mi encuentro.
Tan solo cinco minutos tarde. Tan solo cinco minutos , pero que hacen dudar en la llegada.
La trae el viento.
Viene con el pelo suelto y los pies resistiéndose a salir corriendo.
Queda poco tiempo para pensar en que decir.
Cada ves menos.
Es obvio que trae las mejillas frías.
Es una noche perfecta para no estar en la calle, pero mas perfecta para encontrarla.
Hace una semana atrás jugaba a imaginarla y después buscarla entre la gente.
Hoy viene bajando hasta aca.
Se para frente a mi, la boca se le escapa de la bufanda, saca una mano del bolsillo: “hola” dice, y me besa en la mejilla.
Y ahora no se si tiemblo por el frió, por ella, por nosotros…. no lo se.
No me importa.
Balbuceó un hola, casi emocionado, tembloroso (obvio), enamorado (creo), un hola.
Y con eso nos basta.
Sabemos que la noche no va a alcanzar, por mas que venga recién naciendo.
Son tiempos de espera que se van, son incertidumbres que vienen, son dos que no se saben.
Su mano fuera del bolsillo no hace mas que invitarme a tomarla.
Y acepto.-