martes, 27 de julio de 2010

Hola.-



Y es tan bueno y simple volver a creer, que siento la leve sospecha de que lo bueno esta por venir.
Viene caminando calle abajo, las manos en los bolsillos, la boca escondida bajo la bufanda, los ojos brillantes grandes como nunca; viene a mi encuentro.
Tan solo cinco minutos tarde. Tan solo cinco minutos , pero que hacen dudar en la llegada.
La trae el viento.
Viene con el pelo suelto y los pies resistiéndose a salir corriendo.
Queda poco tiempo para pensar en que decir.
Cada ves menos.
Es obvio que trae las mejillas frías.
Es una noche perfecta para no estar en la calle, pero mas perfecta para encontrarla.
Hace una semana atrás jugaba a imaginarla y después buscarla entre la gente.
Hoy viene bajando hasta aca.
Se para frente a mi, la boca se le escapa de la bufanda, saca una mano del bolsillo: “hola” dice, y me besa en la mejilla.
Y ahora no se si tiemblo por el frió, por ella, por nosotros…. no lo se.
No me importa.
Balbuceó un hola, casi emocionado, tembloroso (obvio), enamorado (creo), un hola.
Y con eso nos basta.
Sabemos que la noche no va a alcanzar, por mas que venga recién naciendo.
Son tiempos de espera que se van, son incertidumbres que vienen, son dos que no se saben.
Su mano fuera del bolsillo no hace mas que invitarme a tomarla.
Y acepto.-

1 comentario:

Anónimo dijo...

es increible... no se porque... me toca el alma