El timbre suena y me acerca la realidad.
La puerta es la frontera.
Abrir es un desafió, pero la mirilla se presta como una ventana al futuro, y ahí… nos ataca la indefinición: cruzare la realidad de mi mundo o no abro y dejo al otro mundo parado a la puerta?
El que toca timbre, sin el saberlo, para mi es futuro y destino, todo junto.
Espero no arrepentirme de dejarlo tocando.
Me vuelvo a la cama.-
2 comentarios:
Qué dice Seba, todo bien?
Otro socio más para la Base fumado Montevideo?
Salute, P.-
eeeeeehhhhhhh: sacá el dígito de verificación de los comentariossssssss, eso no es de fumado ;)
haber comprobado q esto es pura realidad.... esta muy bueno...
beso
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